¿Quién soy?

Hola!

Soy Jesús Sánchez Rozas y en lugar de presentarme yo, he pensado que puede servirte de más, mi pequeña historia. A poco que te sirva para pensar sobre la tuya propia y sobretodo a actuar, ya me vale la alegría este tiempo, y si, temor a la exposición. Pero el arte es expresar lo que tienes dentro, de múltiples maneras, y si eso es lo que queremos hacer, hay que hacerlo sin reservas!

Nací y crecí en Madrid, España en 1986.

Siempre me gustó dibujar y lo hacía por puro disfrute autodidacta, ensayo-error. Personajes o cosas que me gustaban. Poco a poco fui atreviéndome a dibujar a mis familiares. En el colegio gané un concurso local, que me hicieron repetir porque pensaban que no lo había hecho yo, en un tamaño mayor. Don Quijote.

Estos son algunos de los dibujos que he podido recuperar:

Esto me animó a asistir a clases de bellas artes, pero no encontré lo que buscaba y lo terminé dejando. No se bien si por no saber aceptar alguna crítica, con perspectiva, seguro que muy constructiva, o por puro miedo a no conseguir mejorar mi nivel. Por ello, dejé de dibujar, aunque siempre tuve esa espinita clavada en mi interior. Esto era síntoma de mi poca autoestima, confianza… que en algún momento perdí.

Después estudié el bachillerato de Artes, donde volví a dibujar y aprendí muchas cosas útiles, una vez más con perspectiva, pues en el momento, tampoco me lo pareció tanto.

Después de ello, me puse a trabajar en otras cosas, una de ellas, me acerqué a tintas planas con impresión flexográfica.

En esta época, colaboré con un grupo de teatro, con quienes hice el cartel y programa de mano para 2 de sus representaciones, que se trató de ilustración, mezclado con fotomontaje y edición.

Todo parecía ir bien, pero estaba todo estancado, y cuando eso pasa, algo va a ocurrir para cambiar ese ritmo. Hubo un golpe personal muy duro y una vez pasado, roto, supe que debía cambiar algo en mi vida.

Siempre me gustó mucho el diseño gráfico y web, por lo que decidí dejar el trabajo que tenía y estudiar diseño gráfico y web. Después de varias prácticas conseguí un trabajo, y en el que llevo desde hace 9 años. Aunque este evolucionó a la par, entre mis ganas de adentrarme en el diseño UX, como por necesidades de la empresa.

Todo iba bien, aparentemente en mi vida personal y profesional, pero después de un tiempo, volví a sentir ese estancamiento. No sabía qué fallaba, pero perdí el foco en mi, todos eran más importantes para mi, que yo mismo.

Simplemente, era un corcho flotando en el mar.

Esto quería decir que algo tenía que pasar para cambiar esa tendencia, una vez más. Y por supuesto, pasó.

Este bache me hizo tocar fondo. Al principio no entendía porque… Y lo peor de todo es que no quería entenderlo. sólo quería recuperar mi aparente bienestar.

Obviamente no pasó, pero meses después algo hizo click en mi cabeza, después de ver un par de videos en You Tube, de quién es mi mentor desde hace casi 2 años. Esto me llevó a leer su primer libro. A mitad de su lectura, decidí adquirir su saga completa de 12 libros. Estaba encontrando respuestas a cuestiones que no entendía desde niño. Después de 3 libros entré por primera vez en su mentoría. Supone una gran paso invertir ese dinero, si núnca lo has hecho para algo así, pero supuso un cambio mucho mayor en mi.

Durante esta mentoria fui recuperándome a mi mismo. Conociéndome, aceptándome y perdonándome a mi y a los demás. Semana a semana fui creyendo más en mi y en lo que podía hacer. Mejorando física, mental y espiritualmente. Fue muy duro, pero empezaba a encontrarme sin flotar en el mar. Al empezar la siguiente mentoría, si, también entendí que los cambios no son de un día para otro, si no un trabajo constante y que hay que llevar a cabo pase lo que pase. Como decía, al empezar la siguiente mentoría, algo volvió a hacer click en mi cabeza.

Quería volver a dibujar, pintar, aprender a tocar el piano, coleccionar figuras de Batman… Todo lo que me apasionaba de pequeño. Y decidí hacerlo, claro, por prioridades! jaja

Empecé por hacer algún boceto para ver como estaba mi mano después de tantos años. No fue bien y me desanimé un poco… Pero quería seguir y a la semana empecé a hacer un dibujo a mi hermana con su perrita Ega. Después de más de 15 años sin dibujar, me quedé contento con el resultado, pero quería más.

Paralelamente a mi crecimiento personal y profesional en mi trabajo, adquirí varios cursos que me fui encontrando «por suerte» con todo lo que quería aprender para mi crecimiento artístico. Encaje, volumen, teoría, anatomía, retrato, hiperrealismo, técnicas de soltura, técnicas secas, pintura… Tenía mucho que aprender, y no tanto tiempo cada día.

Además, un gran amigo empezó a pintar, y eso me inspiró, empecé a ver que era posible. Sobretodo cuando realizó su primera exposición. Me sentí muy orgulloso e inspirado y empecé por 3 de esos cursos, simultáneamente. Así fue mejorando mi confianza en mi y empecé a creer en la idea de que quizás algún día yo podría tener obras de las que estar orgulloso y exponer algún día.  

Continué con mi proceso, aprendiendo y saliendo de mi zona de comfort continuamente, haciendo los cursos, el trabajo y ello ha ocupado el 100% de mi tiempo, y aún hoy, no ha terminado!

Decidí hacer un viaje con mi padre a París, para ver en concierto a uno de mis artistas favoritos. Y tres días antes de salir al aeropuerto, pensé… ¿Y si hago un dibujo para regalárselo? Apenas había tiempo, pues debía trabajar y demás, pero decidí hacerlo y me puse manos a la obra. Empecé y tras varios intentos tuve el primer encaje de la fotografía elegida. Empecé a hacer el dibujo en si, y algo no cuadraba… Borré medio dibujo y volví a empezar. Quedaba un día para irnos y me faltaba medio dibujo…

Podía haber pensado… bueno, lo dejo para otra oportunidad… no voy a poder, o lo que hice, que fue seguir adelante. Confié en el proceso del dibujo en si, al igual que en mi propio proceso interno.

Cuando llegué a cierta parte del dibujo, sabía que había errores, pero no tiempo para volver a borrar… y de nuevo pensé… Pues voy a acentuar lo que se que está mal, y de ello saldrá un retrato realista caricaturizado! Y así fue.

Al final, llegué al concierto con el dibujo seco de la protección y se lo regalé. Además, le sorprendió y gustó mucho! Fue otra batalla ganada a mi mente, confié en mi.

Seguí con ese impulso, llamémosle inercia positiva y de confianza. Me encontraba más conectado con el mundo, la gente, en el trabajo y sobretodo conmigo mismo. Empezaban a encajar las piezas del puzzle, pero esto no había terminado. Por dentro tenía que limpiar y crecer más.

Asistí al evento presencial del mentor que te contaba anteriormente (Lain García Calvo) , con mi padre y fue otro paso muy grande, más claridad mental y espiritual, mejora física y de salud y sobretodo fe en mi para hacer lo que tenga que hacer. Y mi padre después de toda su vida fumando, lo dejó en sólo 15 horas! De lo que estoy muy orgulloso.

Continué con las mentorías, libros y trabajo interno. Retomé los cursos de dibujo y de una de las prácticas, de la que sólo debía hacer el encaje básico, pensé… Voy a adaptarlo a una obra mía, para transmitir alguna de estas sensaciones. Y surgió un dibujo que dejé a medias y abandonado durante meses. Hace poco, decidí terminarlo, no dejar cosas a medias! Y casi lo tiro, no me gustaba como iba quedando… Borré casi todo y al final, confié. Una vez más. El resultado fue el siguiente:

La verdad es que me gustó mucho como quedó, pero hay que ir a por más, pensé.

Tenía varios cursos sin terminar, siempre había algo que me hacía postponerlos, el trabajo, estar cansado, los cursos de crecimiento personal, llevaba mucho tiempo sin ver a amigos… Y un día vi, que un artista referente iba a impartir un curso en vivo, con lápices de colores. Eso me sacaría las excusas de encima y de la zona de comfort mucho, pues núnca había hecho nada con colores.

Me inscribí y tras varias semanas de trabajo, que aún hoy no ha terminado, nació esta obra en la que se busca el realismo. Tengo que mejorar cosas y continuar con el crecimiento, pero este abuelo, me ha hecho sentir orgulloso y además, ha traído mis primeras oportunidades artísticas, que ya te contaré!

Si has llegado hasta aquí, gracias y enhorabuena! Espero que esta pequeña historia te sirva para no abandonar los anhelos de tu alma. Ya que si deseas algo, es por algo, no dejes que los miedos lo entierren. Si descubres estancamiento en tu vida, relaciones, salud, muévete, si no, la vida te forzará a moverte.

Gracias, confía en el proceso! Un abrazo! 🙂

Jesús Sanchez Rozas